Hidráulica urbana y fluvial: El gran desafío de Chile

Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería de Chile A.G

Jorge Araya Mena – ExPresidente AIC

A propósito del modelo de concesiones, que cumplirá 30 años en julio próximo, en que se recuerdan con justicia los avances en vialidad, autopistas urbanas, hospitales, cárceles, aeropuertos, es preciso también realzar los importantes aportes que la inversión privada ha hecho en los puertos, cambiando completamente la capacidad portuaria nacional y las enormes inversiones en los sistemas sanitarios de agua potable y alcantarillado de aguas servidas.

Este último sector, el año 1998 disponía de una cobertura de tratamiento de aguas servidas de un 16% a nivel urbano, en circunstancias que actualmente dicha cobertura alcanza prácticamente a un 100%. Esto posiciona a nuestro país en un nivel del mayor estándar mundial, y ha permitido mejorar la calidad de vida de nuestra población de manera sustancial con la caída en los índices de presencia de enfermedades entéricas, ha permitido el uso de nuestras playas saneadas, el fortalecimiento del turismo, la exportación de nuestros productos agrícolas y marinos sanos, en fin, un avance extraordinario, que no tiene paralelo en otras partes del mundo en tan corto período de tiempo.

Estos increíbles avances en el mundo de la hidráulica sanitaria, no han estado aparejados en logros similares en hidráulica urbana ni fluvial.

En efecto, en lo que respecta al drenaje urbano, se han desarrollado, por parte de la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, los Planes Maestros de Aguas Lluvias de las ciudades de más de 50.000 habitantes a partir de 1998 y se están haciendo una serie de nuevos Planes, lo cierto es que las inversiones para llevar a cabo las obras que definen estos instrumentos han sido muy pocas y no hay un programa de inversiones en ejecución que permita avizorar una solución pronta a los problemas de inundaciones de las ciudades. Tampoco hay una definición del modelo para viabilizar las inversiones en estas obras.

Por otro lado, en materia de obras fluviales también se han abordado por la misma DOH una serie de Planes de Manejo de Cauces, que definen a nivel conceptual las obras en los cauces naturales, con secciones y constitución de riberas que posibiliten el escurrimiento de las aguas para crecidas de diseño, protegiendo de este modo a la población y a la infraestructura crítica; también se están haciendo, por dicha Dirección, algunos Estudios de Fijación de Deslindes de los ríos de manera incipiente, ya que son mínimos los casos en que dichos deslindes están decretados por el Ministerio de Bienes Nacionales, lo que muestra la incertidumbre que supone desconocer lo que es el terreno fiscal, que se debe gestionar, respecto del privado en las riberas de los cursos naturales.

Los aluviones que azotaron en 2015 a las regiones de Atacama y Antofagasta han dejado a la vista la falta de inversión en estas materias y también dejó claro que los daños se ven incrementados por la presión que las ciudades y sus usos ejercen sobre los cauces naturales, reduciendo sus secciones, tomándose riberas y deteriorando su capacidad de manera significativa.

Todas estas obras requieren de enormes inversiones, pero debe definirse el modelo que en definitiva se aplicará para materializarlas y ponerlas en agenda, para empezar, de manera decidida, con la solución de los problemas de drenaje urbano, para disponer de alcantarillados de aguas lluvias en las ciudades que las protejan de las inundaciones recurrentes, para evitar el mal uso de los cauces naturales invadiendo sus riberas, para controlar la extracción de áridos desde los mismos, para la materialización de los proyectos de manejo de cauces y de obras fluviales que permitan proteger a la ciudadanía y a la infraestructura crítica.

Las inundaciones que han generado estos días los frentes de precipitaciones que ha debido soportar la zona centro sur del país nos han hecho un dramático recordatorio que estas tareas están pendientes y deben abordarse.

La prolongada sequía que nos ha azotado los últimos años nos enseña que debemos tener soluciones para cuidar y disponer de recursos hídricos frente al desafío que nos platea el cambio climático, del mismo modo, las recientes inundaciones nos vuelven a exigir iniciar de manera sistemática una solución, como alguna vez se hizo para dotar de tratamiento de aguas servidas a todas nuestras ciudades, esta vez para el drenaje urbano y para las obras fluviales.

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