Consorcios: Una colaboración transparente entre socios

Por Jorge Araya

Ex presidente de la AIC

Miembro del Tribunal de Ética AIC

Gerente General GSI Ingeniería

En el año 2006 me correspondió formar parte del grupo que redactó el Código de Conducta de la AIC, junto con Juan Rayo y Rodrigo Muñoz.

Me parece que siempre es oportuno tener a la vista estos conceptos que deben guiar nuestra acción en los distintos ámbitos, como son:

• Responsabilidad hacia la sociedad, que incluye la responsabilidad social, la independencia de criterio, el foco en la calidad profesional de los trabajos, la rigurosidad en las calificaciones profesionales, la salud y seguridad de las personas y el medio ambiente.
• Responsabilidad hacia los clientes, que incluye la integridad, la confidencialidad, el enfoque del servicio al cliente y la calidad de servicio.
• Responsabilidad hacia la consultoría, que incluye el respeto hacia las empresas competidoras, la dignificación de la imagen, sana competencia y colaboración, honestidad de juicio y consideraciones para la revisión experta.
• Responsabilidad laboral, poniendo el acento en que lo más valioso de nuestras empresas son nuestros equipos de trabajo.

Estos conceptos están plenamente vigentes y son los que deben orientar nuestra actividad en el mercado como empresas de ingeniería. Nos permiten actuar con los más altos valores que nos inspiran desde siempre.

Pongo acento en la colaboración entre empresas socias, la que debe darse en el ámbito de respeto irrestricto a las reglas de la libre competencia, definiendo con precisión y transparencia los alcances de cada parte y los acuerdos económicos asociados, lo que previene posteriores roces en las relaciones. Frente a cambios en dichos alcances, por más que seamos socios en AIC, debemos ser formales en la materialización de los mismos, para una sana convivencia colaborativa y para potenciar nuestra actividad.