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Me ha correspondido presidir un período marcado por la pandemia y por cambios sociales de fondo que han removido nuestros estados de ánimo, nuestras certezas y la manera de aproximarnos a las cosas. Constituye, a mi juicio, un llamado a no olvidar nunca la preponderancia que debe tener el resguardo de nuestra salud, de nuestras familias, amigos y colaboradores. Por otra parte, estamos enfrentados al impacto del cambio climático, que es mucho más profundo de lo que pensábamos, somos parte de una revolución tecnológica que sin lugar a duda traerá cambios para los que debemos prepararnos y, por estos días, nos vemos enfrentados a cambios políticos e institucionales que sin duda generarán cuestionamientos al marco con el que se venía haciendo las cosas.
En el actual escenario existe la necesidad de ampliar y profundizar sobre las prioridades de nuestra Asociación Gremial (AG). Por lo tanto, se requiere ratificar los ejes transversales que definen nuestro quehacer. Asimismo, debemos estar atentos a asumir el rol de un gremio activo que acompaña las necesidades y demandas de nuestros asociados, en las áreas que nos desempeñamos; a su vez, debemos ser capaces de adaptarnos a los cambios, y trabajar con otros gremios de forma colaborativa para construir soluciones que aporten al bienestar del país. El trabajo de la AIC lo debemos comunicar de manera oportuna a los mandantes, titulares de proyectos, instituciones públicas, medios de comunicación e inversionistas, esto considerando nuestra mirada, basada en la experiencia y capacidades de los más de 6.000 ingenieros que componen nuestra Asociación. Nuestros conocimientos nos permiten proponer mejoras permanentes a los procesos en donde participamos, y de esta forma aportar a la sociedad en proyectos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Hoy nuestra AG requiere más de cada uno de los asociados, no es suficiente con hacer bien las cosas, se requiere trabajar con mayor calidad y eficiencia en los procesos de la ingeniería. Debemos ser, además “bisagras” que permitan a los sectores con que trabajamos dialogar a través de los proyectos, estudios y asesorías que realizamos, para alcanzar mejores resultados en todas las etapas de las obras. En ocasiones las inversiones públicas se desfasan en la integración de la etapas y planes de los proyectos, y a través de nuestro trabajo es posible contribuir a identificar dichos desacoples. Esta labor de coordinación y acercamiento con el sector público, ha marcado mi primer año en la presidencia de la AIC. Quisiera resaltar que para lograr este acercamiento, el trabajo de los Comités y del Directorio ha sido fundamental. Otra gran tarea a mencionar es la actualización del plan de desarrollo 2020 – 2025 que nos permita continuar creciendo de forma armónica y sustentada en cuatro pilares: el fortalecimiento del posicionamiento de la AIC, la calidad de la ingeniería, los programas de fidelización y nuevas líneas de financiamiento. Quisiera asimismo mencionar que a través de las mesas de trabajo, se han podido organizar seminarios y encuentros técnicos que han permitido identificar brechas y problemas que afectan la calidad de la ingeniería. En ese sentido, siempre he considerado que el compartir la experiencia entre sectores tiene un valor incalculable, por ejemplo, conocer las modalidades de contratación de consultoría, permite trabajar forma conjunta entre el sector público y privado. Este trabajo mancomunado ha demandado el apoyo de muchos profesionales, para lo cual se está fortaleciendo la actividad de los comités sectoriales, otorgándoles mayor autonomía, para desplegar el potencial existente en nuestros asociados. El trabajo gremial, permite generar soluciones globales por encima de intereses particulares, consiguiendo con ello, ser actores relevantes y referentes en nuestra industria. Lo anterior, demanda pensar en largo plazo y en la generosidad de aportar. No quisiera dejar de mencionar el trabajo con nuestros mandantes privados con los que a través de reuniones y charlas virtuales, hemos podido establecer formas de trabajar en pos de mejorar procedimientos, llamados a licitación, sistemas de garantías, consultas y oportunidades de negocios para nuestras empresas. Para finalizar, agradezco el apoyo que he tenido tanto desde el equipo de la administración, del directorio, y de los asociados, quienes han aportado generosamente de su tiempo, para hacer de nuestro gremio una institución que perdure y continúe aportando a un mejor país. Los instamos a seguir trabajando con nosotros el 2022, para generar nuevas instancias colaborativas con mandantes públicos y privados, como lo hemos realizado el 2021 con gran éxito con la realización de los Seminarios: «Institucionalidad Ambiental y el Rol de las Consultoras » «Calidad de la Inspección Fiscal». |
