Columna de Interés Técnico: Innovaciones operacionales en la producción de concentrados de molibdeno

María José Tardón, Gabriel Berkowitz – Empírica 

La producción de concentrados de molibdeno se logra a través de dos etapas consecutivas: (i) La colección de especies sulfuradas presentes en un mineral y (ii) La separación de molibdenita de otros sulfuros metálicos recuperados conjuntamente en la primera etapa. Ambas etapas utilizan el proceso de flotación. Así, por ejemplo, la obtención de concentrados colectivos Cu-Mo se realiza mediante flotación asistida por reactivos que permiten que las especies sulfuradas de cobre y la molibdenita, se separen del material estéril. Complementariamente, la separación del concentrado colectivo Cu-Mo ocurre en la denominada concentración selectiva.

Una celda de flotación convencional es, un reactor de tanque agitado con disposiciones para la inyección-dispersión de aire y rebose de espuma. En este proceso, la recuperación de molibdenita y también la de los sulfuros de cobre, es afectada por el tipo y naturaleza de la alimentación a la etapa de flotación. Un alto contenido de piedra caliza junto con otros factores, como la morfología de las partículas, la hidrofobicidad inherente y la calidad del agua, generan un decremento de la recuperación. Específicamente en el caso de la molibdenita, algunos autores indican que el agua que contiene exceso de cal causaría precipitación e inestabilidad de la espuma, impidiendo alcanzar buenos indicadores metalúrgicos. Por esta razón, una separación más efectiva se logra a través de la implementación de múltiples celdas y etapas tendientes a mejorar la eficiencia, incrementar la recuperación y la calidad de los elementos útiles.

Para alcanzar buenos indicadores metalúrgicos, algunas faenas mineras han impulsado cambios operativos en sus circuitos de flotación tales como: tratamiento por separado de minerales problemáticos de silicato, optimización de la dosificación de espumador/colector para garantizar una espuma con adecuada estabilidad e incorporar un manejo adecuado de la proporción de agua reciclada/fresca del proceso. Sin embargo, se evidencia que pese a incorporar cambios operativos, en el caso específico de la obtención de concentrados de molibdeno en presencia de especies hidrófilas inherentes, la flotación diferencial Cu-Mo resulta infructuosa.

Sin embargo, no todo es pesimismo. Mediante pruebas realizadas previamente por Empírica, se ha logrado una mejora sustancial en el proceso de separación Cu-Mo al introducir una etapa de pretratamiento como medida tendenciosa a reducir la cantidad de impurezas. Esto es posible mediante la incorporación de hidrociclones y bajo una metodología que permite purgar el material de baja gravedad específica, obteniendo un preconcentrado de Cu-Mo que ventajosamente puede ser separado en el proceso convencional de separación.